Asociación de Auditores Externos

Con transparencia se recupera la confianza

Publicada en El Mercurio de Valparaíso

Disponible en versión digital.

2 de marzo de 2025

 

Chile ha caído 10 puntos en una década en el Índice de Percepción de la Corrupción 2024 de Transparencia Internacional, poniendo en evidencia una realidad preocupante: el país ocupa hoy su peor posición histórica en esta medición. Se ubica en el puesto 32 a nivel mundial, marcando un retroceso en materia de integridad y transparencia.

La transparencia no es un principio abstracto. Se materializa en sistemas efectivos de control, en información accesible y en una rendición de cuentas que garantice la independencia de los procesos. Cuando estos elementos fallan, la confianza se erosiona y las consecuencias son inmediatas: inversionistas, ciudadanos y empresas pierden seguridad en el entorno en el que operan.

La recuperación de la confianza no se logra con discursos, sino con acciones concretas. Para ello, es clave identificar los factores que han permitido irregularidades y delitos en el pasado. Sistemas de control interno más robustos y dinámicos que no sólo detecten fallas, sino que prevengan riesgos antes de que escalen, son fundamentales para garantizar procesos confiables.

La falta de mecanismos de prevención y monitoreo constante ha permitido que los problemas crezcan sin ser detectados a tiempo. La trazabilidad de la información y el monitoreo en tiempo real pueden reducir significativamente los riesgos y mejorar la rendición de cuentas.

La transparencia no es sólo una responsabilidad del sector privado o del Estado: es un desafío compartido. Para avanzar, es fundamental que las empresas, los organismos públicos y la sociedad civil asuman un compromiso real con la integridad. Esto implica reforzar la colaboración con reguladores, fortalecer marcos normativos efectivos y garantizar que las reglas sean claras y coherentes. También requiere un cambio cultural en las organizaciones, donde la ética y la transparencia sean parte del ADN empresarial y no sólo una obligación regulatoria.

No podemos dejar de mencionar que, aun con sistemas de prevención efectivos, es posible que se cometan actos de corrupción. En estos casos, las sanciones deben ser muy duras, para que quien esté dispuesto a correr el riesgo tenga claras las consecuencias. La impunidad es el mejor amigo de la corrupción.

Chile enfrenta un momento clave. La caída en los índices de percepción de la corrupción es una señal de alerta que no puede ser ignorada. Recuperar la confianza es un objetivo esencial para el desarrollo del país, y sólo será posible si la transparencia y la independencia se convierten en principios intransables.

Arturo Platt
Presidente de la Asociación de Auditores Externos de Chile (AE Chile)

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